El asesoramiento psicológico a letrados es uno de los trabajos más demandados por bufetes de diferentes provincias españolas.
¿En qué consiste esta tarea de asesoramiento? ¿Cómo puede el psicólogo forense ayudar a los letrados?
En mi trayectoria laboral encuentro dos objetivos de trabajo principales, solicitados por letrados de toda España:
- Asesoramiento en el planteamiento de la demanda inicial: valorar las diferentes opciones para plantear el caso en cuestión, tanto si hablamos de procedimientos de familia como penales, social, etc.
- Análisis de la documentación del procedimiento (demanda inicial, otros informes, etc.) para conocer las posibilidades de éxito, los posibles errores metodològicos en el trabajo de otros peritos, puntos vulnerables para la defensa (p.ej. en relación a secuelas emocionales, periciales sobre idoneidad para ostentar la guarda y custodia, evaluaciones de la credibilidad del testimonio en relación a presuntos abusos o agresiones sexuales) y/o para definir la mejor estrategia a plantear en la repuesta a la demanda.
Una situación que con frecuencia he encontrado en mi trabajo con los compañeros abogados, es que redactan la demanda antes de que se realice la evaluación psicológica, y es frecuente que, en el curso de ésta, encontremos sorpresas inesperadas (p.e. en los casos de familia el menor no responde como pensaban o, en periciales laborales, que el acoso laboral sea de mayor magnitud a la plasmada en la demanda, etc.) que hacen recomendable modificar el contenido y redacción de la misma para ajustarlo a la realidad y aumentar las posibilidades de éxito, y para no encontrar sorpresas en la evaluación posterior por parte de los Equipos Técnicos, en su caso.
¿Cuál es mi recomendación a los letrados?
Comenzar con esta evaluación psicológica de la situación para dar forma a la petición con posterioridad, tanto si el letrado cuenta con un perito de confianza con quien trabaja desde hace años como si la relación laboral entre ambos es nueva.
El juzgado en cuestión al que se dirige el trabajo, qué juez va a tomar la decisión, es un dato interesante a tener en cuenta, pues es una evidencia que no todos profesionales deciden sobre los mismos criterios ni realizan las mismas interpretaciones que para otros son obvias.
Encontrar ese punto de ajuste y objetividad entre la petición y la idea inicial del cliente, la del letrado y la del perito en función de los resultados de la evaluación es, a mi juicio, un garantía de éxito y reconocimiento para todos los profesionales implicados y para nuestra profesión.