En el ámbito de la psicología forense y la criminología, el concepto autopsia psicológica es para muchos desconocido. Con esta técnica, también llamada estudio retrospectivo de la víctima, los peritos psicólogos tratamos de reconstruir las últimas horas en la vida de una persona desaparecida o fallecida, entrevistando a las personas del entorno, incluyendo a allegados o conocidos.
El trabajo del perito psicólogo se centra en en entrevistar a quienes compartieron los últimos días con la persona, intentando saber cómo era su estilo de vida a través de un extenso estudio protocolario sobre sus actividades, gustos, relaciones, ámbitos que frecuentaba, estudios, etc., investigando las huellas psicológicas que dejó a lo largo de su vida, especialmente en los últimos tiempos, que ofrezcan pistas sobre sus rasgos de personalidad, relaciones con su entorno, intenciones de suicidio, etc, en definitiva, conocer los elementos que se podrían haber alterado antes de la muerte o desaparición.
Entre los casos de repercusión mediática, la autopsia psicológica se empleó en la investigación de la muerte del Fiscal Alberto Nisman, por expertos forenses, explicando el dr. Hugo Marietan que la personalidad de Nisman no reflejaba un perfil suicida.
Luis Disanto, profesor de la Universidad de Buenos Aires y de La Plata, explica en una entrevista concedida a Infobae que la autopsia psicológica no es una técnica vinculante, y que la importancia de todo trabajo pericial se centra en ayudar a hacer justicia, pero no a hacer injusticia.