El bullying es una realidad cada vez más patente en nuestros centros educativos, con consecuencias en los menores a veces drásticas. El papel del psicológico forense en estos casos se centra en plasmar la realidad del menor acosado, analizando en el informe pericial psicológico todas las variables que están influyendo en su actual situación.
Los profesionales del ámbito de la salud mental conocemos la dificultad que entraña destapar una situación de acoso escolar, pues a veces los propios menores no tienen el valor necesario para contar su situación (por las amenazas recibidas, el miedo a las consecuencias etc), por la actitud de “encubrimiento” que existe en los profesionales de muchos centros educativos, y porque en muchas ocasiones los síntomas del menor o adolescente se confunden o se intentan enmascarar con otras posibles causas explicativas (personalidad del mismo, reacción a una situación estrés ante como un divorcio de los padres, etc).
En determinados colectivos, como puede ser el homosexual, disforia de género, etc, se aumentan las posibilidades de ser blanco de bullying.
En esta entrada queremos recomendar un interesante estudio publicado en la revista Apuntes de Psicología, del Colegio Oficial de Andalucía Occidental, que recoge una propuesta de intervención en bullying en los centros educativos: propuestas de intervención en bullying con adolescentes, profesorado y padres en los centros educativos.
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