Uno de los grandes problemas que se observan en menores hijos de padres separados o divorciados es el llamado Síndrome de Alienación Parental, término definido por Gardner en 1985 y que se entiende como el conjunto de síntomas que se observan en un menor cuya conciencia está siendo transformada por uno de los progenitores, con el objeto de dificultar o destruir los vínculos con el otro progenitor, de modo que el hijo se enfrente de manera injustificada con aquél.
Algunas de las condiciones que busca el progenitor alienador para conseguir su objetivo suelen ser:
– Aislamiento del menor del entorno con el que interactuaba, para generarle dependencia.
– Distanciamiento físico y rapto.
– Generarle miedo, sentimiento de culpa por la separación.
– Purga emocional para eliminar cualquier afecto hacia el otro progenitor.
Es importante no identificar cualquier tipo de conflicto o rechazo de un menor con el progenitor alienado con el S.A.P; se hace imprescindible realizar un diagnóstico diferencial con otro tipo de problemática que se pudiera estar presentando y que no encajaría en dicho Síndrome; es el caso de:
– Madre o padre usurpador/a.
– Lavado de cerebro.
– Abusos sexuales falsos.
– Ansiedad por separación en el momento del traslado de los menores de su vivienda habitual.
La precisión en el diagnóstico dependerá de la experiencia del psicólogo forense, de su formación y de la capacidad para cuestionarse datos que en un principio puedan parecer obvios.
¿Cuáles suelen ser los indicadores del Síndrome de Alienación Parental?
– Los menores justifican la desacreditación con explicaciones triviales.
– Los menores muestran un odio sin ambivalencia, claro, hacia el progenitor y su entorno.
– Papel activo del menor en la campaña de desaprobación.
– Ausencia de culpa ante los sentimientos del padre alineado.
– Defensa del progenitor alienador.
– El menor hace suyas conversaciones que simplemente ha oído repetidamente del progenitor alienador.
Estas son algunas de las cuestiones de interés en el abordaje del S.A.P; no obstante, existen otros datos igualmente importantes que se abordarán más adelante, como puede ser el tipo de personalidad del alienador, cuyo estudio entra dentro del ámbito de actuación del psicólogo forense.