La credibilidad del peritaje psicológico de parte es un reto para todos los psicólogos forenses que realizamos nuestra labor desde el ámbito privado. Como en el ejercicio de cualquier profesión, la trayectoria, experiencia y, sobre todo, el buen hacer y la honestidad en la tarea de asesoramiento a letrados y jueces, van a marcar el curso en esta profesión tan ambiciosa, y no exenta de contratiempos.
¿Puede un perito psicólogo privado ser realmente objetivo en su trabajo y darle peso a sus conclusiones?
Desde mi propia experiencia a lo largo de los años, aunque poder contar con el testimonio de «la otra parte» facilita una comprensión más concisa de la historia, el no contar con ello no resta valor al trabajo realizado, si está bien fundamentado.
El peritaje psicológico en los diferentes procedimientos
En los trabajos de familia (informes psicológicos para determinar la idoneidad para ostentar la guarda y custodia), aunque partimos de la base de que en toda unidad familiar surgen conflictos en los que ambas partes pueden tener responsabilidad, existen determinados procedimientos contenciosos en los que puede apreciarse que uno de ellos es quien «golpea», y el otro asume los golpes de la mejor manera posible.
En la exploración de los menores, una entrevista bien planteada y basada en preguntas estratégicas puede bastar para poner de manifiesto una situación de manipulación por parte de algún progenitor, un simple conflicto entre ambos o la ausencia de problema y estabilidad emocional de los menores. Por más que los progenitores consideren que sus hijos darán el testimonio que ellos creen o para el que incluso han intentado influenciarlos, los peritos psicólogos identificamos fácilmente estas situaciones. Es evidente que, de la entrevista con el otro progenitor, podrían extraerse datos relativos a determinadas situaciones, pero la trayectoria familiar, el «modus operandi» de los implicados (que se puede acreditar con pruebas aportadas), y la información aportada por otros componentes de la familia, ofrece pistas y evidencias para realizar deducciones de peso.
En el ámbito de la criminología, es un ejercicio frecuente elaborar perfiles de personalidad basándonos en las pistas que van apareciendo a lo largo de las investigaciones, en esa forma de operar del presunto criminal que se va deduciendo del exámen de las pruebas.
Tanto en el ámbito de familia como en la elaboración de periciales psicológicas para la jurisdicción penal (circunstancias eximentes o atenuantes) o social-laboral (casos de acoso), los peritos psicólogos podemos basarnos en las pruebas que se aportan, en los test que se aplican y en la credibilidad del discurso (congruencia emocional, coherencia, etc) para realizar conclusiones de peso y no arbitrarias.
Ser responsable en la aceptación de casos, la honestidad con el cliente en lo relativo a las opciones de ganar y su decisión de asumir el riesgo, o trabajar sólo en casos en los que queda demostrada la situación que se perita, son elementos que ayudarán a ganar credibilidad, confianza, y contribuirán a que la psicología forense de parte se gane el respeto merecido.