En este artículo ofrecemos una primera parte de la entrevista realizada a Maribel García Cantero, psicóloga-sexóloga del Centro Artea de Sevilla y colaboradora con la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA).
¿Puedes explicarnos qué es la transexualidad?
Se entiende por transexualidad la diferencia que existe entre el sexo que se asigna a la persona al nacer en base a sus genitales, y la identidad sexual que se siente como propia.
Las familias cuentan que se han sentido solas y perdidas ante la transexualidad de sus hijos. ¿Qué deben hacer?¿A quién dirigirse? ¿Cómo han de afrontar la situación?
En primer lugar es muy importante que sepan que existen entidades y profesionales especializados y sensibilizados que les pueden ayudar, que no están solos.Para ayudar a las familias a afrontar la situación, lo primero que han de tener muy claro es que la transexualidad no es una enfermedad, que no nieguen ni oculten la realidad y que no presionen al menor para que cambie, sino que busquen herramientas para permitir que sus hijos/as puedan vivir conforme a su identidad.Es importante que reflexionen sobre sus actitudes, que desafíen las creencias erróneas y prejuicios sociales asociados a la transexualidad y que modifiquen sus conductas, si es necesario, para evitar el rechazo y la discriminación en su propia familia. Lo más importante es que los menores cuenten con el apoyo, la comprensión y en cariño de los padres, pues repercute favorablemente en su estabilidad emocional.
Un menor de 6 años, ¿es realmente consciente de su identidad de género?¿Hay reversibilidad cuando son mayores? ¿Cómo se les guía a estos pequeños? Hay quienes piensan que sus padres los condicionan si hacen caso a sus demandas, ¿qué opinas?
Es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas en torno a los 2 ó 3 años de edad comienzan a percibir su identidad de género; a esa edad aprenden a identificarse a sí mismos y a los demás según su sexo; a partir de los 4 ó 5 años es cuando empiezan a entender que es algo constante, de ahí que no debe sorprender que un menor manifieste desde una edad temprana que su identidad no coincide con el sexo asignado al nacer.
Lo importante es que estos niños y niñas se sientan escuchados, aceptados y queridos y vivan una infancia plena; para ello lo importante es permitir que puedan expresarse libremente y que se les proporcione apoyo emocional desde el ámbito familiar, escolar y social, para evitar actitudes negativas, insultos, discriminación y acoso.
Los padres y madres de niños transexuales no condicionan el comportamiento de sus hijos, simplemente les están permitiendo expresarse tal y como son.
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